Recopilación de datos y advertencia sobre el elevado consumo de analgésicos

El hábito de consumir medicamentos sin un adecuado monitoreo profesional es uno de los rasgos distintivos de la sociedad argentina. Esta preocupante cultura de la automedicación se confirma a partir del constante aumento que registra el consumo de analgésicos de venta libre, un mercado que mueve alrededor de 70 millones de dólares por año en el país.

Un reciente informe publicado por el capítulo argentino de la revista Forbes reveló el fuerte crecimiento en el país del consumo de los antifebriles y calmantes de venta libre. A partir de datos aportados por el Observatorio del Medicamento, Salud y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina, el estudio llega a la conclusión que el ibuprofeno, aspirina y paracetamol son los tres antiinflamatorios que lideran el mercado farmacéutico local. El primero de ellos es, por lejos, el más vendido: 35.910.791 de cajas por año; mientras que en segundo lugar se ubica la aspirina con 18.023.648 millones de cajas; y tercero se posiciona el paracetamol con 14.845.425 cajas vendidas en igual período.

Un oportuno relevamiento realizado por la Confederación Farmacéutica Argentina, que luego se volcó en un documento titulado “Una sociedad sobremedicada”, reveló hace un tiempo que el 82 por ciento de los encuestados utiliza medicinas de venta libre y la mitad de ellos desconoce los efectos adversos que pueden provocar, por ejemplo, en combinación con otras drogas. En ese trabajo se advierte que cerca de la mitad de los adultos en el país hace un mal uso de los fármacos, lo que causa la muerte de muchas personas y alrededor de 100.000 internaciones hospitalarias al año. En ese sentido, el relevamiento confirmó también que el abuso que las personas hacen de los medicamentos es la segunda causa de intoxicación atendida en hospitales después de la ingesta de alcohol y por encima de drogas como la cocaína y el paco.

Una de las peligrosas consecuencias de estos hábitos es que, según los especialistas, cerca del 11 por ciento de todos los casos de insuficiencia renal terminal son atribuidos al consumo de analgésicos y el 40 por ciento de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles a la aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroides.

No es casual entonces que el ibuprofeno ocupe los primeros puestos dentro de los 100 medicamentos más vendidos en el país, según señala en su informe la revista Forbes. De acuerdo con esta fuente, las marcas de venta libre Ibupirac, del laboratorio Pfizer, y Actron 400, de Bayer, vendieron en el último año en conjunto más de 5 millones de cajas de estos productos. En el tercer lugar de ventas, en tanto, compiten dos fármacos que pertenecen a segmentos diferentes: el que se comercializa bajo la marca Ibu Evanol, del laboratorio Glaxo, destinado al público femenino, que vendió 2.498.868 cajas; seguido por Ibupirac pediátrico (para niños menores de diez años), 2.464.805, aunque este último producto se comercializa solamente bajo receta.

La Confederación Farmacéutica observa que si bien los medicamentos de venta libre no requieren receta médica, es justamente por esta condición que resulta indispensable que el paciente realice una consulta con el profesional farmacéutico ya que, contrariamente a lo que difunde a través de los mensajes publicitarios, los medicamentos de venta libre no son inocuos, sino que, como cualquier otro medicamento, tienen efectos adversos, algunos de gravedad, además de provocar interacción con otros fármacos utilizados por el paciente.

Debe recordarse que el abuso en el consumo de medicamentos, especialmente los de venta libre, puede provocar serios daños a la salud de las personas que los consumen. Es probable que estos malos hábitos sean consecuencia también de la exposición constante a mensajes publicitarios que omiten información importante sobre los riesgos que tiene el consumo de fármacos sin la prescripción de un médico.

Fuente: Diario Norte