Afecta principalmente a las mujeres y es de difícil tratamiento.
La migraña, también conocida como jaqueca, es una enfermedad crónica que se manifiesta por crisis o ataques repetitivos de cefaleas, que suelen tener unas ciertas características en cuanto a su duración (entre 4 y 72 horas), tipo de dolor (pulsátil), asociación a náuseas, fotofobia(molestia a la luz) y fonofobia (molestia al ruido) o empeoramiento con la actividad física. Usualmente, este tipo de dolor de cabeza es muy intenso y capaz de incapacitar a quien lo sufre. Se trata de una enfermedad de origen neurológico.
Síntomas
Los síntomas y su duración varían considerablemente de paciente a paciente, y también de un ataque a otro. Se piensa que la migraña aparece con la vasodilatación en la cabeza y cuello, pero investigaciones más recientes sugieren que la causa del dolor es por la activación del nervio trigémino. Puede ser que los ataques sean ocasionados por la sobreactividad de las células nerviosas en ciertas áreas del cerebro. Se sabe que la dilatación de los conductos sanguíneos es causada por productos químicos liberados por terminales nerviosas y células inflamatorias.
Muchos pacientes experimentan una sensación vaga de que las cosas no están como deberían ser, sensación que puede preceder con más frecuencia en mujeres que en hombres, con edades entre 11 y 45 años . La frecuencia de los ataques tiende a disminuir con la edad. Pueden crear infartos cerebrales dependiendo de la intensidad de la migraña. Algunos pacientes pueden estar con dolor de cabeza después de estos ataques hasta semanas.
Se pueden diferenciar dos tipos de jaquecas:
-La jaqueca sin aura: representa el 80 por ciento de los casos. Consiste en que el dolor ‘palpitante’ de cabeza comienza de forma unilateral (sólo afecta a un lado de la cabeza), pero después se expande. Un ataque típico de jaqueca causa náuseas, vómitos y molestias intensas con la luz. Los episodios duran entre cuatro y 72 horas.
-La jaqueca con aura. El aura es un ‘aviso’ que puede ocurrir desde varias horas a dos días antes del inicio del dolor de cabeza y dura menos de 60 minutos, dejando después paso al propio dolor de cabeza. Presenta síntomas normales asociados, como náuseas, vómitos, visión borrosa o molestias intensas con la luz, entre otras. El aura visual es muy común en la jaqueca y tiene dos formas: un área de pérdida visual y presencia de brillos en zig-zag. Se piensa que está ocasionada por la dilatación de los vasos sanguíneos de la cabeza que estimulan las terminaciones nerviosas, lo que ocasiona un dolor palpitante intenso, normalmente sobre un lado de la cabeza.
Causas
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se cree que son un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada persona, pero las más frecuentes son:
Herencia. Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
Edad. En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad, y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
Estrés y ansiedad. Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes.
Hormonas. Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño. Además del intenso dolor de cabeza, estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida, pueden provocar irritabilidad, anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
Ingestión de alcohol y dieta. Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.
Falta o exceso de sueño. También puede ser un desencadenante de la migraña.
Factores medioambientales. El tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.
Tratamiento
Los médicos aconsejan mantenerse en reposo, sin ruidos y en un lugar oscuro. Además, recomiendan poner compresas de agua fría y caliente alternativamente en la frente y base del cuello. Realizar masajes en cuello y nuca también ayuda. Aunque todas las migrañas están asociadas con el dolor, difieren en su severidad y su frecuencia. Por ello es necesario crear un tratamiento a medida que atienda las necesidades individuales de cada enfermo, indicado por un especialista.
Los tratamientos convencionales se enfocan en tres áreas:
-Eliminación de desencadenantes. En una minoría de pacientes, la incidencia de la migraña puede reducirse con ciertos cambios nutricionales, al evitar los productos químicos que ciertas comidas contienen: el queso cheddar, las empanadas, el chocolate, la mayoría de las bebidas alcohólicas y, en algunas ocasiones, la soda. Algunos detonantes (como el hambre o el estrés) pueden ser situacionales y podrían ser evitados con cambios en el estilo de vida. Otros, como ciertas etapas del período menstrual o ciertos patrones, son imposibles de evitar.
-Control de síntomas. El control sintomático convencional recomienda la ingestión de analgésicos; un tratamiento indicado en la actualidad son las moléculas denominadas triptanos, que son efectivas, aunque presentan efectos secundarios como mareos, hormigueo y pérdida de sensibilidad en la piel, molestias en el pecho y estrechez en la garganta. Además, provocan el estrechamiento de los vasos sanguíneos y no se recomiendan para los pacientes que tienen enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y ciertos subtipos de migrañas. Una nueva molécula, el telcagepant pertenece a una clase distinta, llamada antagonistas del péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP, por su sigla en inglés). Se cree que durante una migraña, las concentraciones de CGRP en el cerebro son elevadas. Los antagonistas del CGRP no parecen estrechar los vasos sanguíneos y, por lo tanto, no acarrean los mismos riesgos cardiovasculares que los triptanes.
Medicación preventiva. En el caso de que los ataques ocurran más de dos veces a la semana, se recomienda el uso de medicación que impida que los pacientes abusen de analgésicos fuertes. Las prescripciones más efectivas incluyen bloqueadores beta, antidepresivos y anticonvulsivos.
Prevención
La prevención de los dolores de cabeza puede mitigarse en un 90 por ciento de los casos. Así, como muchas de las causas son conocidas, pueden evitarse fácilmente. Por ello, es necesario ingerir agua en abundancia, realizar ejercicio aeróbico regularmente, evitar cualquier alimento conocido que agrave el problema, evitar situaciones de estrés, dormir las horas correctas cada día y evitar el alcohol y el tabaco.
Electroterapia
Desde hace unos diez años, para casos severos se implanta quirúrgicamente -en la parte frontal u occipital- un electroestimulador que se puede activar desde el exterior. Recientemente, también se ha desarrollado un electroestimulador externo que trata con un TENS las crisis de migraña, así como su prevención, ya que modifica el umbral de desencadenamiento del dolor para bajar la intensidad, frecuencia e, incluso, llegar hasta eliminar las crisis (siempre y cuando no se deje el tratamiento).
Fuente: MedicinePlus